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viernes, 16 de diciembre de 2016

Aldalan, Un cuento para reflexionar: El árbol confundido

Había una vez, en algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.

Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste.

El pobre tenía un problema: “No sabía quién era.”

Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas.

“¿Ves que fácil es?”

No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y “¿Ves que bellas son?”

Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución:

“No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas…Sé lo que tú quieras ser  y para lograrlo, escúchate - mira hacia tu interior.” Y dicho esto, el búho desapareció.

¿Lo que yo quiera ser…? Se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto, comprendió…

Y cerrando los ojos y
los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar:

“Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje… Tienes una misión “Cúmplela”.

Y el árbol se sintió fuerte y seguro y se dispuso a ser todo aquello que quería y podía ser. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.

Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer?
¿Cuántos serán rosales que por miedo al reto, sólo dan espinas?
¿Cuántos, naranjos que no saben florecer?

En la vida, todos tenemos una misión que cumplir, un espacio que llenar… Solo hay que saber escuchar, en lo más profundo de nuestro ser para saber en verdad quienes somos y que podemos aportar.

3 comentarios:

  1. Bonita reflexión! Es verdad que cuando nos comparamos con las personas de alrededor no llegamos a estar completamente satisfechos/as. Nos equiparamos el resto y queremos conseguir, ser o hacer lo que otros hacen sin recapacitar sobre lo que nosotros y nosotras mismas queremos. La frustración, ansiedad, insatisfacción, etc. pueden ser fruto de ello y nos obstaculizan en nuestro camino.

    Así, y como muchas veces hemos dicho, es importante hacer un trabajo de autoconocimiento y reflexión de manera que sepamos lo que queremos e ir siguiendo los pasos para conseguirlo.

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  2. Creo que muchos se sentiran identificados con este cuento. Es una buena metafora para reflexionar :)
    Gracias!

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  3. Interesante metáfora para guiarnos en el proceso de autoconocimiento que nos permitirá sacar el máximo potencial de nosotros/as mismos. Nunca debemos olvidar que nuestras metas deben ser realistas y aunadas a la trayectoria que desarrollamos.

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