La felicidad es el estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.
La Asamblea General de la ONU, en la resolución 66/281 Documento PDF decretó en 2012 el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad, para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.
Este día internacional tiene como objetivo reconocer "la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno".
Las Naciones Unidas invita a todos los Estados Miembros, las organizaciones del sistema de la ONU y las demás organizaciones internacionales y regionales, así como a la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales y los particulares, a observar de manera adecuada el Día Internacional de la Felicidad, por medios como actividades educativas y de concienciación.
Según las conclusiones del Informe Mundial sobre la Felicidad de 2018 elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas (SDSN), los países nórdicos son los más felices del mundo. El ranking está encabezado por Finlandia y Noruega, que este año ha perdido su liderato. El top 10 lo componen países como Dinamarca, Islandia, Suiza, Holanda, Canadá, Nueva Zelanda, Suecia y Australia.
El estudio clasifica a 156 países según su Producto Interior Bruto (PIB) per cápita, el apoyo social, la esperanza de una vida sana, la libertad social, la generosidad y la ausencia de corrupción. Francia está en el puesto 23 y España, en el 36.
Si extraemos datos de comunidades autonómicas a nivel nacional, el País Vasco queda en una posición intermedia en el ranking, por lo que no destaca nuestra felicidad, pero tampoco nuestra tristeza.
Acercándonos un poco más; en nuestro entorno y nuestro día a día, podemos ver que hay muchas personas que reflejan una felicidad continua y radiante, y otras que aparentemente teniendo lo mismo reflejan tristeza. por lo tanto parece no ser "el tener" o por lo menos no a partir de una base lo que delimite la felicidad o no.
¿Nos preguntamos entonces hay gente que nace feliz? o ¿hay gente que se hace feliz? . Como en todo nos podemos encontrar con personas que nacieron con este estado de ánimo en su plenitud, y otras personas que lo han ido desarrollando, porque por suerte como muchas cosas, la felicidad puede crecer con nosotros/as, se puede hacer, crear, potenciar.
Directa o indirectamente, todos/as, por distintos medios y tomando diferentes caminos; nos encontramos buscando: la felicidad. ¿Pero como se puede obtener la felicidad?
No hay una sola receta para ser feliz; cada cual intenta alcanzar la felicidad a su modo y según su buen entender. Pero sí hay 5 claves que podrían ser de ayuda fomentar o fortalecer este estado:
- Buscar dentro de uno/a y no fuera. La felicidad nace de nuestro interior. Si no encontramos dentro de nosotros mismos aquello que buscamos, será muy difícil que podamos encontrarlo fuera.
- Aceptar que no somos seres perfectos; permitirnos equivocarnos y no esclavizarnos con nuestros errores.
- Vivir el presente, casi diría yo el momento. Dejar atrás el pasado, que a veces nos bloquea el presente, y ya no se puede cambiar, lo que se puede modificar en es el ahora.
- Centrarse en la propia vida. Filtrar comentarios buenos y no tan buenos de nuestro entorno, y quedarse con lo valioso e importante.
- Ponerse la vista en el camino. La felicidad muchas veces la tenemos cerca y no tan lejos como pensamos, creemos que la felicidad es la meta, pero en realidad la felicidad se encuentra en el camino.
