No se me ocurre otra expresión con la que empezar este post que !Madre mía!, ¿en qué situación estamos de la noche a la mañana?; los hospitales llenos, centros especiales para alojar temporalmente a los muertos, las calles vacías, los negocios cerrados o a medio gas y las casas llenas de incertidumbres, miedos y tristezas.
Hace poco, sí no hace mucho, estábamos celebrando el año nuevo y cada familia, cada persona pensando su deseo, jamás se nos hubiese ocurrido que tres meses después nuestro deseo iba a ser que una pandemia mundial cesase, y que por su camino arrastrase al menor número de personas posibles.
En todo este caos que nos ha venido de golpe, tenemos que añadir la incertidumbre; cómo estamos realmente, cuándo vamos a salir de esta y cómo va a quedar todo después de este golpe. 3 preguntas que a día de hoy, después de semanas desde su inicio, y camino de dos semanas de decretado el estado de alarma, desconocemos sus respuestas.
No sabemos cuántas personas están realmente contagiadas, cuándo llegarán los recursos sanitarios que se precisan, de cuántos sanitarios disponemos y otras ayudas, desconocemos no cuándo va a finalizar esto, sino cuando va a comenzar el descenso tan ansiado, y cómo quedará todo esto (esto último será una fase que la afrontaremos cuando llegue). Ahora el primer foco de atención es la salud, la vida humana, luego llegarán otros como será el desempleo y el impacto psicológico.
Hay muchas empresas grandes y pequeñas que están colaborando en investigación, material, transporte.... y muchas personas que se están volcando para ayudar, cada uno desde sus posibilidades. Hoy leía en prensa que todo viene bien, todo suma, mientras se esperan otras ayudas que no acaban de llegar o no en la medida necesaria. Una sociedad que muestra su solidaridad desde casa, y desde su conocimiento y ganas.
Mientras el eje central esta en la salud, mi equipo de trabajo y yo permanecemos en casa, tienes ganas de hacer más y a veces te sientes impotente porque parece que no estás haciendo nada por contribuir a frenar esta expansión, pero pensándolo bien en esta situación ese
"no hacer nada" quedarse en casa con todo lo que esto implica, es de gran ayuda.
Nosotros desde el primer momento decidimos seguir avanzando por el empleo, ahora no es el eje central ni mucho menos, cuando hablamos de vidas en juego, pero lo será pronto y es lo que nosotros/as sabemos hacer y tenemos recursos para ello, así que con una mezcla de una tristeza y motivación continuamos nuestra labor.
En todos los años de mi actividad, que son ya unos cuantos, he podido vivir, no pocas, consecuencias muy negativas que el desempleo ha generado en multitud de personas, pero no había alcanzado este grado de tristeza social, y la previsión de que esto va a ser muy duro a nivel de desempleo y nivel psicológico.