Páginas

viernes, 19 de junio de 2020

Los hechos dicen más que las palabras sobre las personas

Eso pensé al escuchar la historia de @Juan Alberto González Cenzano, economista Senior en SECOT, que nos ha acompañado una jornada en Talento+, el programa que coordina ALDALAN con La Cámara de Comercio de Bilbao. Lleno de energía, anima a emprender, pero bien. Con una larga experiencia trabajando en la empresa privada, él emprendió fundando su propia empresa de Consultoría en el año 87. No fue fácil al principio, pero aplicó la receta de las 3 I, que ahora recomienda a las personas que se le acercan en busca de consejos:
I de Inteligencia para el proyecto,
I de Intención en la oportunidad.
I de Iniciativa en la persona

Y cómo quiero explicar los hechos sobre Juan Alberto, sólo hay que exponer que a sus 78 años, comunica pasión por lo que hace. La edad es relativa, y tiene mucho que ver con la de las personas de las que te rodeas. Y él se rodea de todo tipo de personas, y muchas de ellas son muy jóvenes.

Para él ya no se trata de ganar ni dinero ni prestigio: está jubilado, vive con su pensión y tiene el reconocimiento de haber sido un gran profesional y profesor de varios Master (GECEM, Comercio Internacional, Logística...) y de la Facultad de Ciencias Económicas en la Universidad del País Vasco donde impartió varias asignaturas.

Ahora ayuda a los demás. Devuelve de modo altruista a la sociedad parte de lo que consiguió en su vida profesional. Como Director Financiero en varias empresas, tuvo que gestionar durante la crisis económica de los 80, en dura época de la reconversión industrial y desmantelamiento de empresas…

Ahora, como Senior desde SECOT, asesora a emprendedores sobre sus negocios, les aterriza, les critica y contrasta las ideas, les enriquece con su experiencia, sus conocimientos y sus contactos. Les ayuda en su camino al éxito.

No se trata de una consultoría al uso, ya que muchas de las personas llegan con una idea muy preliminar y tras un primera charla con Juan Alberto, el negocio ya se ha desmontado. Mejor así, no deberíamos perder tiempo y energía si no vamos a conseguir convertir en empresa nuestro sueño, aunque su objetivo nunca es destruir los proyectos, sino evidenciar al emprendedor las debilidades para hacer reflexionar y reforzar las soluciones.

Nos transmite que no es lo mismo ser un emprendedor que un empresario, al igual que no es lo mismo saber construir barcos que salir a navegar. Para la empresa no es suficiente tener una buena idea. Está convencido de que el mayor error de los emprendedores es pensar en su producto o servicio, en vez de centrarse en el cliente, en lo que éste puede pagar, la ventaja o beneficio que se le va a ofrecer para que lo haga.

Nos confirma que todavía ahora encuentra diferencia en el emprendimiento de hombres y mujeres. “Siempre es necesaria una Aptitud, eso depende del Pensamiento y reside en el cerebro y una Actitud, el sentimiento que dependerá de nuestro Corazón”. “Ellas necesitan más apoyo emocional” -confirma Juan Alberto- “pero son más constantes”. Es un hecho que a las mujeres nos cuesta más tomar las riendas de nuestros proyectos, y siempre debemos demostrar un poco más nuestra valía. Las mujeres solemos dedicar mucho tiempo a los demás, antes de priorizar nuestra propia vida, pero ya hay muchas evidencias, de que cuando un proyecto nos apasiona, somos capaces de poner la energía, la inteligencia y el corazón en él. De hecho 2/3 de los proyectos que recibe SECOT para asesorar, están liderados por mujeres.

Los puntos clave en el éxito de los proyectos que asesora son el aporte de valor diferencial sobre lo ya existente en el mercado y la confianza que transmiten las personas que están seguras de sus proyectos. Esta confianza es la que deben respirar los inversores necesarios. Y es que algunos buenos proyectos pueden fallar por aquí, cuando en los primeros pasos hasta la consolidación del negocio, fallan los apoyos financieros.

También nos aporta su experiencia en las asociaciones y el emprendimiento en equipo, con una recomendación fundamental: se deben dejar los egos en casa. En la empresa toda colaboración tiene valor y se debe pensar en el proyecto más que en las soluciones individuales.

Y sobre todo recomienda humildad: para ser capaz de buscar ayuda, para abandonar miedos y confiar en las personas que te puedan complementar o contrastar las ideas, para reconocer que siempre es mejorable una idea cuando es compartida.

Todos sus consejos son valiosos y apreciamos su apertura, su ofrecimiento a aconsejarnos individualmente o en grupo. Especialmente importante en estos momentos de incertidumbre y cambios, es contar con la claridad y sinceridad de sus planteamientos, avalados por HECHOS.

M. Paz Llamazares- 28/05/2020- Participante del programa Talento +