Vamos camino de un año de pandemia sin haber salido de una dura y larga crisis económica, y aún así; vemos y vivimos como las empresas y las personas siguen peleando para ocupar el lugar que las corresponde en el mercado laboral.
Es una satisfacción y una motivación observar, cada día, como las personas siguen preocupándose por su reciclaje, especialización, adquisición de nuevas competencias. Las formaciones que se ofertan siguen llenándose eso significa que la preocupación por nuestro desarrollo personal y profesional no la derriba ni la crisis sanitaria, ni la económica.
Además de la formación, la búsqueda de empleo no cesa. Cada persona en desempleo sigue buscando su oportunidad profesional; un primer acceso o retorno al mercado laboral- En este camino están dispuestos/as a aprender nuevas herramientas, a poner en práctica distintas estrategias, y a activar todos los recursos que tenemos a nuestro alrededor para lograrlo.
Todas las acciones, movimientos dan resultados unos más visibles y otros menos, unos más a corto plazo y otros más a largo plazo, pero todas tienen un impacto en; nuestro bienestar psicológico, laboral, social...
A pesar de todo y sobre todo seguimos alcanzando nuestras metas, por un motivo principal: porque no hemos tirado la toalla, y sino la hemos tirado ya, no lo vamos a hacer.
Esta terrible situación nos está enseñando que el esfuerzo, la constancia y la unión, siguen dando resultados, y que cuanto peor están las cosas menos tenemos que paralizarnos y más tenemos que poner de nuestra parte para conseguir que la situación mejore.
De aquí sale otra reflexión, de nuestra parte. Cada uno/a vamos realizando las acciones que están en nuestra mano, a nuestro alcance, sin esperar o sin que las determinen otros/as. Cuando esperas que otros/as actúen y esto implique un cambio en tu entorno, quizá el cambio que se genere no sea el que esperabas, o no llegue a tiempo, por lo tanto; cada persona en su parcela nos tenemos que seguir moviendo, y cada empujón que damos tiene un impacto enorme, más del que quizá pensemos; efecto domino.
Hay muchas personas, muchísimas, que están pasando una situación complicada, en este caso me ciño al ámbito laboral, pero podríamos hablar de cualquier parcela de la vida o de todas. Cuando hablamos de colectivos que tienen dificultad de acceso al mercado laboral, ya casi no nos quedan personas que no estén en este perfil; sin embargo tampoco nos quedan muchas personas que se hayan rendido a alcanzar su meta; lo que significa que hay posibilidad.
Con todo lo expuesto, aprovecho este espacio para
felicitar, poner en valor y en ejemplo a las personas que siguen remando en pro de su objetivo y en pro de un entorno con oportunidades, a través del tesón. Un modelo a seguir por todas aquellas personas que ahora están perdiendo su empleo, o temen perderlo.
Continuamente vemos en distintos medios de comunicación personas que son anti-modelos, y se repite tantas veces que parece que es lo que más abunda, pero por suerte no es así.
Por ello quería dedicar yo hoy este espacio a los/as auténticos modelos; las personas están dispuestas a mirar por los demás, a compartir, a ayudar, a continuar su desarrollo personal y profesional, en un contexto incierto, pero posible.
No tiramos la toalla
y vamos a seguir construyendo un entorno
con posibilidades para todos/as,
porque vamos a hacer espacio
para cada uno de los talentos que tenemos en nuestro entorno.