Según un estudio reciente realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España 6,7% de l@s trabajador@s trabaja mediante el teletrabajo, % bajo si lo comparamos con otros países de la Unión Europea (UE), y solo el 13% de las empresas ofrecen esta modalidad de trabajar a sus emplead@s. Ello se debe a que en España la mentalidad es distinta, existe una cultura tradicional de trabajar desde el puesto de trabajo en el lugar físico de la empresa.El desarrollo de este método, ha sido posible gracias al desarrollo y auge de las Tecnologías de la Informacion y Comunicación (TIC), lo que permite a las organizaciones ser más flexibles en tiempo y ahorrar costes, teniendo en cuenta los objetivos de aumento de la productividad y competitividad.
Existen varias modalidades de teletrabajo, como por ejemplo, el teletrabajo en el domicilio, el teletrabajo combinado, el teletrabajo móvil, telecentros, teletrabajo en oficinas satélite, freelance, entre otros.
Pero el teletrabajo ¿ es una realidad o deseo?. Contamos con tecnología, interés y facilidades para el tele-trabajo sin embargo son pocas empresas las que lo implementan y no en todos los puestos de trabajo, sin embargo los beneficios son muchos.
En lo que se refiere a los efectos del teletrabajo, ello repercute en el ámbito de la empresa y en el ámbito social, y como todo tiene tanto ventajas como desventajas:
En cuanto a las ventajas, por una parte, para la persona trabajadora supone una mayor flexibilidad y conciliación, además de autonomía, lo que permite una mayor productividad. Por otra parte, para la organización supone un ahorro de costes y tiempo, al fin y al cabo le permite abarcar un espacio mayor a nivel geográfico que trabajando desde un lugar específico donde se encuentra la empresa.
Por último, para la sociedad también tiene ventajas como la inclusión social (Ejemplo: acceso al empleo de personas con diversidad funcional) y reducción de la contaminación ambiental, etc.
No obstante, existen varios puntos negativos, por una parte para la persona trabajadora, puede suponer un distanciamiento con la empresa a la que pertenece, perdiendo la conexión de los valores y cultura de la organización, además de la disminución de las relaciones sociales haciéndonos más individualistas y dejando en segundo lugar el trabajo en equipo y cooperación. En segundo lugar, para la empresa supone cambios organizativos que requieren adaptabilidad, por ejemplo con el teletrabajo puede existir falta de control de las personas trabajadoras y sobre la calidad del trabajo llevado a cabo. Por último para la sociedad puede suponer una mayor precarización de las condiciones laborales y reducción de las relaciones sociales.
Como conclusión se puede decir que con el desarrollo de las TIC’s, se están dando nuevas formas de trabajar, y con ello, el teletrabajo cada vez está teniendo más relevancia y aunque en nuestro país no exista esa cultura poco a poco va ir aumentando el uso de este método.
Por parte de las empresas es vital la adaptación, con esta nueva manera de trabajar se requiere un cambio organizativo, por lo que es importante formar a toda la organización en materia de TIC’s, como ser más autónomos, implantando planes de gestión orientado a la consecución de resultados y objetivos. Asimismo, la empresa tiene que seguir gestionando la relación laboral igual que antes velando siempre por la seguridad y estabilidad de la persona trabajadora.
Las personas trabajadoras por su parte deben tener la capacidad de adaptarse para ser más flexibles, con iniciativa y una gran capacidad para autor organizarse, de este modo su rendimiento será más alto y yo influirá en la productividad de la empresa. Además la calidad de vida de l@s mism@s puede mejorar gracias a la conciliación, y menores niveles de estrés.
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