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lunes, 18 de enero de 2021

¿Cuándo podemos ser optimistas?

¿Podemos ser optimistas a pesar de las circunstancias que estamos viviendo?, ¿Hay que inclinar la balanza hacia el pesimismo?, ¿Dónde se encuentra el punto medio?

Cuestiones que surgen en tertulias, jornadas, formaciones, orientaciones, redes, grupos... y sobre las que yo en esta época estoy reflexionando mucho.

Hoy quería compartir mi visión este tema, basado en lo que veo y vivo cada día, en mi sector de orientación y empleo (aunque se puede trasladar a todas las áreas).

- Se puede ser más o menos optimista en función del esfuerzo que estemos dispuestos/as a realizar

        💪Si nos esforzamos al 200% en perseguir nuestras metas, objetivos, y empleamos todos los recursos que tenemos a nuestra disposición para alcanzarlas, se puede ser optimista. 

              Si no estamos dispuestos/as a emprender acciones, queremos que otros/as las tomen por nosotros/as, delegamos incluso las decisiones, entonces tendremos que ser pesimistas, porque desde la pasividad poco o nada vamos a conseguir.

Estamos viviendo una época complicada en la que parece que nada depende de nosotros/as, por lo tanto; no está en nuestras manos hacer nada, porque hagamos lo que hagamos no va a servir. Este pensamiento además de conducirnos a la paralización, nos hace sentir que no tenemos el control sobre la situación; nos hace muy vulnerables (lo que en psicología se denomina locus de control externo; los eventos no tienen relación con el propio desempeño). 

Siento o me alegra decir que esto no es cierto, toda acción tiene su impacto emita quien la emita. Será mayor o menor dependiendo de la influencia, del momento, de la actuación..... pero seguro que deja su huella en el entorno, aunque sea en el más cercano, y también tendrá su retorno. Y sino podemos probar ante una misma situación actuar de una manera, de otra o no actuar, y valorar los resultados; el impacto que genera una u otra respuesta en las otras personas y en nosotros/as mismos/as.

Yo lo cuento ya diariamente, en la época de confinamiento, hemos visto como las personas seguían realizando entrevistas y seguían encontrando empleo. Personas que no han parado de moverse a pesar de las circunstancias y que no han rebajado su meta de encontrar un puesto de trabajo a pesar de la complicada situación, y la han alcanzado o están en el camino de lograrlo.

En resumen; puedes ser optimista si estás dispuesto/a a moverte hacia tu objetivo, y lo puedes ser en el mismo grado que lo es tu acción y tu perseverancia.

Mientras haya movimiento hay vida me decía una clienta el otro día, y esto refleja el post de hoy. Yo siempre he aconsejado tener una meta bien definida y luego echarse a andar, ahora incluso mientras reflexionamos sobre esa meta hay que estar en acción.

Da igual si ves el vaso medio lleno o medio vacío, 
la cuestión es que estés dispuesto/a a llenarlo tú. Es más cuando estés en el proceso lo comenzarás a ver lleno. 

!Te deseo todo el optimismo del mundo!!!!!

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