Son años los que llevamos
hablando del Knowledge transfer o gestión del conocimiento dentro de las
organizaciones. En el área de recursos humanos es un tema que tiene gran
importancia, por el valor que supone para las empresas el conocimiento que
tienen sus empleados. Pero este concepto o procedimiento, mejor dicho, Knowledge
transfer va más allá.
Cuando una persona de nuestra empresa,
que lleva un periodo importante de tiempo con nosotros, se traslada, se marcha, se jubila… el
conocimiento, la experiencia, el talento, se va con esa persona, dejando un gran hueco
en su puesto de trabajo.
Estas salidas de conocimiento
hacen mucho daño a la organización. Lo podemos equipar a un virus que entra en
tu el ordenador, no has hecho una copia de seguridad y pierdes todos los datos.
¿Cuánto tiempo conlleva volver a recuperar esos datos?, y ¿y si logramos
subsanarlo de alguna forma, lo hacemos al completo?.
Son tan importantes nuestros
datos de la compañía que hacemos multitud de copias de seguridad, y además
ponemos diferentes medidas y recursos en marcha para que estén bien protegidos
con claves, accesos…, es más la Ley lo exige en alguna ocasiones.
Sin embargo hay datos que no están
en los ordenadores, ni en los archivadores, ni en los informes, que están en la
cabeza de las personas que forman nuestro equipo. ¿Y qué pasa cuando esa persona se va? ¿Tenemos
una copia de esos datos que tenía en la cabeza?.
Aún, no tenemos cultura de la
gestión y trasmisión del conocimiento de las personas que forman parte de
nuestro equipo de trabajo, aun siendo el área valor económico y competencial
de todas las empresas.
Hay personas dentro de nuestra
compañía que por su antigüedad en esta, responsabilidad, área o puesto ocupado,
son claves y por lo tanto requieren tener implantado un procedimiento para
identificar, evaluar, gestionar y transmitir su conocimiento. Y así estar
preparados para el día que se marchen, jubilen o cambien de posición dentro de
la empresa..
Estos enfoques, procedimientos para
el Knowledge transfer, gestión y transmisión del conocimiento deben incluir políticas exhaustivas de
transmisión y bases de datos para su archivo y gestión. Hay que implantar un política que permita gestionar el conocimiento integral y trasladarlo con facilidad a las nuevas incorporaciones.
Teniendo tanta conciencia por el valor de los datos, resulta
sorprendente que muchas empresas de nuestro entorno no tengan instaurada una
política que permita gestionar el conocimiento y trasmitirlo cuando llegue el
momento. Esto permitiría poder continuar siendo competitivos y adaptarse a los
cambios que podamos tener que vivir.
Buen blog y buen artículo.
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