Año 2012, El mercado laboral actual se caracteriza por la dificultad que tienen determinados colectivos (jóvenes, mujeres, discapacitados, inmigrantes, mayores de 40 años...) en encontrar empleo estable.
Nos encontramos con gran número de personas que, al finalizar sus estudios, no consigue una oportunidad laboral con facilidad. Estamos observando a gran cantidad de personas muy formadas (estudios de postgrado, máster o doctorado) y con la única oportunidad de seguirse formando dada la falta de posibilidades a nivel profesional en nuestro país.
Para aquellos con conocimiento de idiomas, se abre un mundo laboral en el extranjero que, aunque no asegure el trabajo más cualificado, posibilita la adquisición de experiencia y la adquisición de competencias lingüísticas aplicadas al empleo.
Por otro lado, aquellas personas no tan interesadas en esta opción, cuentan también con la posibilidad de desarrollo de otra salida laboral autónoma, promoviendo el “emprendizaje”.
Una vez se toma la decisión de emprender debemos mostrar una ilusión por el proyecto y sobre todo mostrar seguridad en lo que se hace y va a hacer; no se trata de un camino fácil ya asfaltado sino de un terreno silvestre a podar para ir sacando todo el jugo.
Si, tal y como dicen, Roma no se construyó en un día, nuestra idea tampoco. Debemos contar con una idea innovadora de cara a encontrar nuevas oportunidades de mercado, lo que en ocasiones no es sencillo.
No se trata de cualquier idea sino de la idea que parta del análisis real de necesidades presentes en nuestra sociedad, en definitiva, un análisis de mercado y un plan de negocio con el objetivo de crear tu propio puesto de trabajo, tu propia empresa, ya sea de modo individual o como parte de una sociedad con otros socios.
Aquí tendremos que mostrar la capacidad de asumir el riesgo (no siempre se pierde pero tampoco se gana siempre) y las responsabilidades que ello conlleva teniendo en cuenta además del mercado de trabajo, nuestra red de contactos que, en muchas ocasiones nos ayudará a fortalecer nuestra idea de negocio.
No entremos en la dinámica de esconder nuestras ideas por medio a que nos las copien, toda la sabiduría está dentro de nosotros, no os preocupéis por mostrar la punta de un iceberg, el resto de la idea o plan de vuestro negocio estará a buen recaudo en vuestra mente.
Dependiendo de nuestra idea y su viabilidad, tendremos en cuenta las diferentes modalidades de autoempleo presentes, siendo estas las siguientes:
1. Freelance-Autonomo: Es un profesional que presta sus servicios a una empresa de forma externa, es decir no figura en su plantilla. Es un micro empresa.
2. Franquiciado: Es el autoempleo menos arriesgado. Consiste en un sistema de colaboración entre una primera empresa, que es la empresa matriz (franquiciador) y otras muchas futuras empresas (franquiciados), por medio del cual el franquiciador cede la marca, producto o servicio a los franquiciados. www.franquicias.es
3. La constitución de tu propia empresa. S.L, S.A, S.L.L
En la época actual y de cara al futuro deberemos tener en cuenta que, en los casos en los que te decantes por un trabajo de autoempleo, deberás tener en cuenta la importancia de internet, la importancia de contar con una red organizada en la que integrarte permitiéndote la adquisición de nuevos conocimientos y consejos de gran utilidad para el posicionamiento de tu servicio o marca sobre todo en internet, en la web 2.0.
Plan de negocio, estrategia empresarial, plan comercial, plan de marketing, plan de finanzas, proveedores…son algunos de los términos con los que nos iremos familiarizando a lao largo de próximos post de cara a poder ir entendiendo la globalidad de acciones incluidas dentro del concepto de Autoempleo.
Continuará...
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