Aldalan, LA VISIÓN POSITIVA DEL DESEMPRENDIZAJE

Se habla constantemente de emprender, iniciar una actividad por cuenta propia, abrir un negocio....  y además hay muchas entidades que nos ayudan a ello tanto con asesoramiento como con subvenciones económicas.

Todos estos datos parecen apuntar a que el curso de la recuperación económica tiene un trayecto obligado por las puertas del emprendizaje.

 El ‘entrepreneurship boom’ nos ha llevado a pensar que los jóvenes emprendedores se convertirán en los salvadores de la economía y que mediante la creación continua de empresas (de éxito) lograremos alcanzar la tan ansiada recuperación.

Pero, ¿qué pasa tras la exitosa creación? 

Muchas de las empresas que se crean, por diferentes motivos, fracasan a los pocos años de su nacimiento, lo que supone su cierre. Entre las mayores causas que podemos encontrar para los cierres están: emprendedores prematuros, poco formados, con des-conocimiento del área de gestión, estrategias no adecuadas y productos y servicios que no tienen mercado, …

Esto supone un des-emprendizaje. Des-emprender puede resultar positivo, y se puede enfocar como un nuevo negocio si lo hacemos de una manera adecuada. Y esto también es importante tener en cuenta. Hay que saber emprender, y también hay que conocer como des-emprender. Des-emprender eficazmente engloba la capacidad para renunciar de manera productiva, eficiente y exitosa a un proyecto o negocio que se había iniciado, y cuyo final todavía no esta definido.

Este final no debe ser gestionado como una derrota o un fracaso, se debe afrontar como una oportunidad de seguir generando valor, mediante la venta de proyectos ya iniciados y a veces incluso posicionados.

Hay 5 claves para des-emprender triunfando:

1.  La venta deberá surgir de un proceso de reflexión previo, al que hay que dedicarle tiempo y esfuerzo. El tiempo y la reflexión son claves para gestionar bien la salida y operativizar los objetivos de esta.

2. La salida es un proceso que conlleva dos competencias críticas: la organización y la definición y puesta en marcha de una venta estructurada. Es un proceso comercial, que demanda como tal, una buena gestión de salida, y operaciones comercial estructuradas.

3. El momento en el que decidimos vender , es el punto clave para que la venta de nuestro proyecto sea un éxito. La empresa deberá tener posibilidad de recorrido para poder conseguir una buena venta y estar en consonancia con la coyuntura del mercado.

4. El comprador. El primer comprador no tiene porque ser el más adecuado, no dejarse llevar por la urgencia y gestionar adecuadamente y en tiempos las negociaciones.

5. Disponer de un plan B para la venta, otros compradores, porque hasta que no se firma el acuerdo de venta las negociaciones no se cierran, además, la presencia de otros compradores hará tu empresa más atractiva, otras líneas de actividad en la que comiences a estar inmerso/a como puente a tu nuevo futuro profesional....

También conviene destacar que existen opciones intermedias menos drásticas que la venta;  puedes mantener un paquete de acciones, o seguir en contacto con la empresa mediante el trabajo directo en ella.

Hay muchos emprendedores que antes de dar con la empresa o con el proyecto adecuado, han puesto en marcha otras iniciativas que no se han consolidado con éxito. Esto nos indica indica que fracasar en un proyecto o no obtener la rentabilidad deseada en un proyecto, no significa no tener las habilidades para emprender. Esto se constata en muchas ocasiones en las que el grupo de socios o persona individual re-define el servicio o producto o re-inventa otros, que se acaban posicionando en el mercado.

Es un área en la que hay poca información, y poco asesoramiento, en la que conviene estar al día para gestionar los pros y los contras de la manera más eficiente para nuestros desarrollo económico, profesional y personal.

"Miremos y gestionemos la salida de un negocio propio como otro negocio, para seguir generando valor"