¿Tengo sitio en el mercado laboral actual?, una pregunta que por desgracia desde hace tiempo se vienen haciendo personas de todas las edades, de distintas profesiones y regiones y tanto hombres como mujeres.
Hace ya un tiempo, en los seminarios- jornadas de empleo - coaching laboral, que imparto, en diferentes centros y con distintos colectivos, la pregunta por excelencia era; cómo acceder al mercado laboral o cuál es mi atractivo en este mercado. Hoy en día cuando toca el turno de preguntas en estos espacios, o en el mismo momento de interacciones conjuntas, nos encontramos con una pregunta que la sustituye, y que engloba el pesimismo generalizado en el que vivimos: ¿tengo sitio en el mercado laboral actual?.
Muchas son las personas que han empezado a pensar que están fuera del mercado laboral.
Los jóvenes, incluso los que aún no han finalizado sus estudios, algunos incluso ni han comenzado su carrera o ciclo formativo, sienten que es en vano lo que hagan porque el mercado laboral está muy mal, y no van a tener acceso a este, o si lo tienen va a ser en unas condiciones precarias. Esta des-motivación o visión negativa del futuro disminuye el rendimiento formativo presente y el desarrollo personal-profesional. Y para los que si han finalizado o han decidido no estudiar, disminuye su motivación y rendimiento hacia la búsqueda de empleo.
Las personas de más edad, que llevan tiempo en desempleo, o acaban de finalizar su relación laboral después de una larga trayectoria profesional en la misma empresa, o encadenando contratos sin tener que buscar activamente, porqu
e hasta ese momento vivían oportunidades profesionales continuas, se encuentran también en el dilema de si aún su currículum tiene acceso en las empresas.
Hay que tener en cuenta que si para el mercado laboral siempre ha habido que estar preparado, para el actual aún más. Estamos ante un mercado altamente exigente, con cambios continuos y tecnológicos que requieren de una gran especialización a la vez que polivalencia y adaptación.
( Por otro lado la recompensa quizá no esté compensada con el esfuerzo, pero este sería un punto a debatir en otro post, quizá el próximo).
Pero las exigencias no sólo están en las nuevas profesiones, puestos... sino en el acceso a estos. Ahora buscar empleo requiere una mayor sofisticación, nuevos recursos, mayor gestión de contactos, una excelente planificación y organización y constancia y alto grado de energía. Si no se dan estos parámetros es mucho más complicado poder acceder a un puesto de trabajo.
Cuando la persona que está buscando empleo se encuentra con un mercado laboral más riguroso en requisitos de acceso, y con una búsqueda de empleo más complicada o más demandante de recursos y de energía, hace que se plantee si dispone de las herramientas necesarias para alcanzar un puesto de trabajo; si su currículum tiene acceso en el mercado laboral.
A veces no es la situación en si misma (por muy complicada que sea esta) sino nuestros pensamientos sobre la situación los que nos llevan a obtener los resultados que tanto tememos. En este caso y una vez más se puede y de echo se cumple la profecía auto-cumplidora:
- Ejemplo 1: El mercado laboral está muy mal - pienso que haga lo que haga no voy a encontrar nada - no hago nada - no encuentro - confirmo que mis pensamientos eran reales (¿Pero, son reales, o yo he hecho o no hecho para que sean reales y se cumpla lo que pienso?).
-Ejemplo 2: puede darse este segundo caso; El mercado laboral está muy mal - voy a presentarme a cualquier puesto de trabajo - me presento a cualquier oferta - no me llaman de ninguna - los sentimientos de valía disminuyen y dejo de buscar empleo (deja de buscar empleo porque "comprueba" , pero de una manera no adecuada, que el mercado laboral está muy mal).
No podemos llegar a esta situación, hay empleo, y hay recursos para alcanzarlo, y además debemos seguir trabajando para que así sea. En el primer ejemplo; la persona no busca, que es lo que está ocurriendo, desgraciadamente, en muchos casos. Lógicamente como no busca no encuentra. Y en el segundo ejemplo no busca correctamente; porque no podemos remitir nuestra candidatura a todo, esto perjudica. Y es otra constante con la que nos encontramos en estos tiempos, que hay que modificar.
Por mi profesión veo reiteradamente que las personas que buscan adecuadamente y con un alto grado de energía, acaban encontrando su espacio profesional. Eso si, estas personas invierten tiempo y desarrollan y planifican unas acciones específicas para alcanzar su meta.
Espero que poco a poco esta pregunta que tanto me hacen en la actualidad vaya desapareciendo, y que todos tengamos la convicción de tener un sitio en el mercado laboral actual.
Artículo interesante, estoy completamente de acuerdo con que el esfuerzo y la implicación de las personas a la hora de buscar y encontrar empleo es fundamental (usando los recursos y herramientas adecuados), siendo vital la capacidad de las personas de adaptarse al mundo globalizado y entorno cambiante en el que estamos inmersos.
ResponderEliminarHay que tener en cuenta además del papel del individuo, el papel que juegan en este sentido las empresas y las instituciones, estas últimas mediante políticas activas de empleo que ayuden a fomentar la ocupación de mayor calidad y estabilidad, y eliminando la temporalidad e incrementado por ejemplo la formación,asimismo ayudar a colectivos más vulnerables en el mercado laboral como pueden ser los jóvenes, mujeres, inmigrantes o mayores de 55 años.