Vaya años que llevamos, y no dejamos de oír que esto no ha hecho más que empezar, y encima que nos queda la peor.
Paro, el paro aumenta, la oferta laboral disminuye…. En prensa, televisión, radios, amigos… no se habla de otra cosa, y sin embargo no se habla del “parado/a”. Y lo pongo entre comillas, porque pocas veces el parado está parado, y la mayoría me entenderá lo que quiero decir con esto. La figura, los sentimientos, los factores de la persona en paro ¿dónde quedan reflejados?, ¿Quién habla de estos factores? ¿Quién se preocupa por ellos?. Cuando nos obligan a parar ¿Qué ocurre?, ¿Qué sentimos?, ¿Cómo nos sentimos?.
Hay que trabajar parablemente el paro y las personas que están atravesando esa situación, ya que si no se trabaja, y la sociedad no se ocupa de las dos partes, cuando el empleo empiece a crecer, que va a pasar con todas estas personas que han abordado sensaciones, y vivencias como las que vamos a describir a continuación. Esta crisis que llevamos arrastrando a hecho que mucha gente que llevaba años trabajando ahora este “parada” , o que mucha gente que sale de su formación se encuentra con un muro que le impide saltar al mercado de trabajo, y por lo tanto la obligue a frenar su marcha, y su inercia de crecimiento profesional.
El paro es una fuente de trastornos que minan la autoestima de la persona. Hay muchos factores a tener en cuenta como: edad, estado familiar, tiempo de búsqueda de empleo, tiempo que la persona llevaba trabajando, perfil con más, menos posibilidades…Sin embargo si que existen una serie de emociones negativas que son comunes y afectan a todas estas personas que están en paro:
- Indefensión.- Sensación de fracaso.
- Sentimientos de culpa.
- Infravaloración.
- Vergüenza ante la situación.
- Disminución de la autoestima
En un primer momento, las reacciones naturales cuando nos obligan a parar pueden ser: rabia, tristeza, miedo ante la incertidumbre. Son reacciones lógicas, que hay que dejarlas salir. Es un periodo de “duelo” que hay que atravesar y superar.
Esta superación debe ser ver que nuestras capacidades están ahí, y que el fallo no está dentro, sino fuera, en la situación externa que uno atraviesa. Esto tiene una parte positiva que la culpa desaparece porque es algo externo, pero aparece la indefensión, ya que si es algo externo, es muy difícil que yo pueda hacer algo por cambiarlo.
Una vez superada la primera fase de amargura, y freno profesional y psicológico, debe de haber una fase de reflexión ¿Y ahora?. Me he quedado sin trabajo, no tengo empleo, pero, ¿ qué tengo y qué puedo hacer para conseguirlo?. Medidas para que el parado no esté parado, para no quedarse inactivo/a.
Según el Doctor Luis de Rivera, Director del instituto de Psicoterapia de Madrid, el paro puede llegar a incapacitar a la persona, pues el trabajo, así como los estudios, son nuestras señas de identidad. Muchas veces nos definimos en sociedad a través de nuestro trabajo, y cuando nos quedamos sin empleo nos sentimos aislados y perdemos la autoestima.Nuestras relaciones sociales también pueden mermar, si la mayoría de ellas se fraguaban y mantenían en el entono laboral, cosa que aumenta la sensación de aislamiento.
Otro de los problemas es el tiempo disponible, pues el trabajo nos mantiene estructurados.
Muchas personas no saben qué hacer fuera de él y caen en la apatía y el aburrimiento, además de la lógica angustia económica por la disminución de ingresos, que puede afectar directamente a la dinámica familiar. Todos estos factores merman a la persona, llevándola potencialmente a la depresión y con estos factores a riesgos de exclusión social y a veces incluso laboral.Hay un síndrome, que el de invisibilidad, que también se suele dar; cuando la persona empieza a sentir que todos aquellos que podrían ayudarlo u ofrecerle alguna oportunidad no lo hacen – no le ven.
Para salir adelante, hay una serie de medidas que la persona e paro debe poner en práctica cuanto antes:
. Preparar bien todos los recursos, para enfrentarnos a la nueva situación, sobre todo los económicos.
. Identificar y Buscar apoyo para que la situación cambie, amigos, familiares… contactos, recursos para el empleo.
. Fijar un objetivo laboral y mantener una actitud y comportamiento activo y constante hacia ese objetivo, sin perderlo de vista.
. Programar una agenda con distintas actividades para no aislarnos del mundo, sino que estar en activo, y generar contactos.
. Realizar acciones que nos permitan adaptarnos a las demandas del mercado laboral; formación, colaboraciones, práctica de idiomas…
La clave está en una vez pasada la fase inicial de duelo, aprovechar todo lo que está a nuestro alcance, de forma programada y continua para cumplir el objetivo laboral que hemos debido fijarnos, y apartarnos del sentimiento del fracaso, para estar en activo hacia el empleo.
Bien alguién que concreta y habla del parado, y no del paro. Por fín, un reflejo de cómo puede sentirse uno. El sentimiento de casi 6.000.000 de PERSONAS
ResponderEliminarEfectivamente, hay que aterrizar y personalizar y hablar de las personas que están viviendo esta situación. Y no sólo vivir esta situación sino encontrarse con muchas barreras para volver a re-incorporarse al mercado laboral.
ResponderEliminarPor ello desde Aldalan, si cabe, ahora más que nunca estamos orientados al 100% a la persona para ayudarla a encontrar un puesto de trabajo, y suplir esas barreras.