Yo estaba como siempre haciendo mil cosas, pero cuando empecé a escuchar la música de fondo, el tono de voz de la persona que estaba hablando, me dio la sensación que se trataba de una historia especial.
Y entonces escuche atentamente...
Te invito a que tu también durante 1 minuto te dejes llevar por estas letras:
Todo su esfuerzo, tiempo y dedicación estaba en mirar hacia arriba y crecer y crecer.
Poco a poco lo que era su sueño se iba convirtiendo en realidad, sin apenas darse cuenta.
Con la mirada puesta en el sol por el día y en la luna por la noche, sacaba la energía para ser más y más alto.
Así pasaron los días, los meses y los años, hasta que se hizo el árbol más grande del bosque, con un tronco robusto.
Era la hora de comenzar con su copa, sus ramas empezaron a crecer, empezaron a aparecer las hojas que caían preciosas hacia abajo.
De repente un día paro de seguir soñando, de seguir creciendo, y quiso ver a través de esas hojas, algo más de lo que había visto con su tronco (que hasta el momento había sido el sol y la luna).
¿ Y con qué se encontró?,
Con el mundo, que precisamente no estaba arriba,: niños jugando, preciosas flores, animales divirtiéndose...
Todo estaba abajo y se lo había perdido.
En su afán del mañana no miro el presente, y no disfruto de todo lo que podía haber disfrutado cuando era pequeño, mediano. Había ganado metros, y había perdido, experiencia , amistad, diversión....., la vida.
Ya era tarde, no podría volver atrás no podía hacerse pequeño"

Para este árbol ya es tarde, pero no lo es para nosotros. Para, que miremos todo lo que tenemos a nuestro alrededor, y disfutar de cada momento, y de la gente que nos rodea, de las pequeñas cosas que son los que nos hacen grande.
El triunfo también está aquí, en el hoy y a nuestra altura. No siempre está en la cima o en el mañana.
Todo nos aporta, y de cada etapa siempre hay algo para aprovechar, algo que nos hace crecer, e ir alcanzando objetivos plenos y la satisfacción personal y profesional.
Porque sin satisfacción personal es imposible obtener la profesional, y sin explorar y trabajar cada peldaño es imposible construir una fuerte escalera, que nos permita subir.
Estamos en una época de crisis económica, pero cuántos ahora mismo darían mil gracias por un trozo de pan, darían mil gracias por estar con seres queridos que han perdido o que están enfermos. Si no estamos en este caso, si no estamos en esta tesitura, miremos lo que tenemos, todo lo que tenemos y valorémoslo.
Espero que pueda haberos aportado tanto como me ha aportado a mí.