Quizá
te sorprenda, pero según los resultados de una encuesta realizada a 2000
profesionales de recursos humanos encargados de la selección de personal, el
33% declararon que “durante los primeros 90 segundos ya sabían si contratarían al
candidato”.
Otro dato que te impactará saber es que, en realidad lo que dices
en una entrevista personal solo importa en un 7%, siendo el 93% restante lo que
te descubre como candidato perfecto para el puesto.
Teniendo en cuenta que la
duración media de una entrevista personal es de 40 minutos, estos datos indican
que tu aspecto, apariencia, actitud y, sobre todo, gestualidad, son decisivos a
la hora de salir airoso de una entrevista personal.
Seguramente
en más de una entrevista te hayas planteado una duda tan sencilla y a la vez
tan importante como ¿Qué hago con las manos? ¿Las coloco encima de la mesa,
cruzo los brazos, las dejo en el regazo? Este simple gesto puede restarte u
otorgarte puntos en una entrevista personal, al igual que miles de gestos inconscientes
que dan a entender más de lo que pensamos.
¿Quieres conocer cómo afecta tu lenguaje no verbal a las entrevistas de
trabajo? Cuando hablamos, debemos tener claro el objetivo de nuestra
comunicación. Que queremos, ¿informar, entretener, influir o actuar? Debes de
hacerte esta pregunta,
y a partir de ahí, según cuál sea tu objetivo, actuarás de una u otra manera.
Todo
comportamiento es una forma de comunicación, Siempre estamos comunicando,
aunque no queramos. Todo es comunicación: postura corporal, olor, tacto,
atuendo, gestos.
Si te acaricias el mentón quiere decir que estás tomando alguna decisión. La autoridad se refleja al entrelazar los dedos. Los tirones de las orejas, los juegos con el cabello y morderse las uñas son una clara muestra de inseguridad. Si nos frotamos las manos es que somos impacientes, al igual que si tamborileamos los dedos. Y cuando te aprietas la nariz, es que estás realizando alguna evaluación negativa.
Cuando miramos hacia abajo, demostramos que no creemos en lo que nos están contando. Si nos sentamos agarrándonos la cabeza por detrás somos una persona con seguridad en nosotros mismos y superioridad hacia los demás. El interés se muestra mediante la inclinación de la cabeza, mientras que, por el contrario, el aburrimiento queda claro si descansamos la cabeza en las manos. Recuerda que todos los gestos, por mínimos que sean, tienen un significado.
Si te acaricias el mentón quiere decir que estás tomando alguna decisión. La autoridad se refleja al entrelazar los dedos. Los tirones de las orejas, los juegos con el cabello y morderse las uñas son una clara muestra de inseguridad. Si nos frotamos las manos es que somos impacientes, al igual que si tamborileamos los dedos. Y cuando te aprietas la nariz, es que estás realizando alguna evaluación negativa.
Cuando miramos hacia abajo, demostramos que no creemos en lo que nos están contando. Si nos sentamos agarrándonos la cabeza por detrás somos una persona con seguridad en nosotros mismos y superioridad hacia los demás. El interés se muestra mediante la inclinación de la cabeza, mientras que, por el contrario, el aburrimiento queda claro si descansamos la cabeza en las manos. Recuerda que todos los gestos, por mínimos que sean, tienen un significado.
En
definitiva queda muy claro que durante una entrevista de trabajo, debemos saber
controlar nuestra comunicación no verbal, porque estos movimientos pueden ser
interpretados por la persona que nos escucha de una manera diferente a la que
queremos.
Jonás Lopez-Areal
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